Estaremos discutiendo distintas enfermedades semanalmente. Enfermedades raras, difíciles de descubrir y diagnosticar.
La primera es una que me llamó mucho la atención cuando escuché sobre ella, hasta el nombre es rarísimo.
NEUROCISTICERCOSISLos cisticercos son el estadio larvario de Taenia solium, están formados por el escólex plegado e invaginado en una vesícula.
La cisticercosis es la enfermedad parasitaria más frecuente del Sistema Nervioso Central (SNC); afecta del 2 al 4% de la población general en áreas endémicas. La cisticercosis ocurre cuando el hombre se convierte en huésped intermediario de la Tenia solium.
Evidencia el escólex de un cisticerco, se aprecian las cuatro ventosas y sus ganchos
Ciclo biológico de la Tenia solium
La Tenia solium vive en el intestino delgado, en donde se adhiere a la mucosa intestinal; al parásito se le desprenden cientos de proglótides distales (llenos de huevecillos) que se eliminan junto con las heces. Tanto el hombre como el cerdo al ingerir alimentos contaminados con huevecillos se convierten en huéspedes intermediarios. Los huevecillos al estar en el estómago pierden su cubierta y liberan oncosferas, mismas que atraviesan los capilares y viajan por el torrente sanguíneo para depositarse preferentemente en tejido muscular, ojos, y cerebro.
Cuadro clínico La neurocisticercosis tiene un gran pleomorfismo clínico, las manifestaciones dependen de variables como la edad y género del paciente, el número y localización de los cisticercos, el estadio biológico del parásito y la intensidad de la respuesta inmune del huésped ante el parásito.
La epilepsia es la manifestación neurológica más común, las crisis más frecuentes son las convulsivas tónico clónicas generalizadas.
Dependiendo de la localización del parásito pueden presentarse signos neurológicos de focalización, ésto quiere decir signos de afección de la vía piramidal con déficit motor, alteraciones sensitivas, del lenguaje, de la coordinación, etcétera.
Al producirse una respuesta inflamatoria en el espacio subaracnoideo se produce una aracnoiditis que es la causante de la hidrocefalia (figura 3), teniendo como síntomas cefalea, vómito y papiledema. Esta misma reacción inflamatoria sobre los vasos sanguíneos cerebrales puede ocasionar vasculitis y a su vez infartos cerebrales.
Diagnóstico El diagnóstico se hace por los datos clínicos y epidemiológicos, apoyado con estudios de tomografía axial computada y resonancia magnética de cráneo. Dichos estudios ayudan a localizar el (los) parásito (s) y definir su estadio evolutivo.
Tratamiento La fase inactiva (calcificada) de la cisticercosis no amerita tratamiento.
En el tratamiento de las fases activas se recomienda el uso de esteroides inicialmente y después el uso de cisticidas del tipo del albendazol con dosis de 15 a 30 mg-kg-día durante 15 días a un mes, o prazicuantel con dosis de 50 mg-kg-día de 3 a 21 días.
El tratamiento sintomático es muy importante, e incluye antiepilépticos, analgésicos, y manitol para el edema cerebral, entre otros.
La hidrocefalia requiere -en la mayoría de los casos- de la colocación de una válvula de derivación ventrículo-peritoneal. Algunos quistes intraventriculares pueden ser removidos por medio de aspiración endoscópica.
Pronóstico El pronóstico es variable, puede ser un padecimiento de curso benigno asintomático hasta casos extremos en los que se producen severas incapacidades e incluso la muerte.